Definición de la agresión en perros y gatos
Es la conducta amenazante o peligrosa que lleva, o le parece a un observador que lleva, hacia el daño o destrucción de algún objeto o entidad que le sirve de blanco (Moyer, 1968). Este comportamiento engloba desde sutiles expresiones faciales y actitudes corporales hasta ataques impulsivos.
Con base en una clasificación descriptiva que analiza la motivación, el estímulo desencadenante, la circunstancia de ocurrencia, el tipo secuencia o el objetivo de la agresión, se establecieron diferentes tipos fenomenológicos que se deben tener en cuenta:
- Jerárquica (o competitiva)
- Asertiva
- Intraespecífica
- Por miedo
- Territorial
- Por juego
- Por dolor
- Predatoria
- Maternal (o materna)
- Redirigida (o desviada)
Agresión jerárquica o competitiva
Los perros poseen una organización social jerárquica flexible que implica un ordenamiento en el acceso a los recursos entre los miembros del grupo, ya sea entre caninos o entre caninos y humanos.
Cuando un perro tiene que competir con otro miembro por un recurso, se lo intenta controlar pasiva o activamente frente a una determinada situación, o pierde la prerrogativa que tenía frente otro individuo de menor rango, aparece la agresión jerárquica.
Por definición, esta agresión va dirigida siempre a los miembros de la mana-familia. Hay diferente incidencia racial en cuanto a la gravedad de las consecuencias de este tipo de agresión, pero se deben principalmente a factores morfológicos y fisiológicos (tamaño y fuerza del perro) y no tanto a los mecanismos etológicos implicados.
Estos mecanismos son propios de la especie, no solo de algunas razas, y dependen tanto de la epigenética como del aprendizaje, es decir varían entre individuos.
Signos clínicos de la agresión
La agresión jerárquica es exclusiva de los perros, se presenta con mayor frecuencia en machos adultos.
La mayor parte del tiempo el comportamiento es normal, pero cuando quiere algún recurso, lugar o interacción, se muestra amenazante. Al principio los signos de resistencia pueden ser ligeros e intermitentes. A veces desafía al dueño tomando un objeto y al querer quitárselo se enfrenta.
Con el tiempo la agresión se torna más frecuente e intensa y adopta la postura ofensiva con la posición de los pabellones auriculares hacia rostral, cola en posición vertical, mirada fija, miembros en extensión y pelos del dorso erectos. Muestran los dientes, gruñen, ladran, tiran mordiscones o muerden al intentar retirarle ciertos recursos críticos.
Agresión asertiva
La agresión asertiva es la agresión que se presenta en algunos gatos que amenazan, muerden o atacan a sus dueños u otros animales de la familia, con el fin de controlar una situación. Esta agresión también va dirigida exclusivamente a miembros de la colonia-familia.
Este es un comportamiento que tiene la finalidad social de mantener una distancia mínima entre individuos, solicitar o competir por recursos críticos, o proteger una determinada zona que está en relación directa con la disponibilidad de los recursos necesarios para satisfacer las necesidades del animal dentro del grupo. Se presenta a partir de la pubertad, siendo más intensa en los machos por el efecto facilitador de la testosterona sobre la conducta ofensiva.
Sus signos clínicos son la agresión ofensiva de los gatos dirigida a uno o varios miembros de la familia para controlar una situación o recurso, o demandar atención dentro de un contexto social.
La postura ofensiva que adopta es en estación con mirada atenta y leve rotación latero-ventral de los pabellones auriculares. Acto seguido se coloca de frente en decúbito esternal, gruñe, bufa, muestra los dientes, araña y/o muerde.
Agresión intraespecífica
La agresión intraespecífica se debe a una relación social inestable. Por lo tanto es un problema de competencia, pero en este caso entre dos animales de la misma especie.
Es un tipo de agresión donde la influencia hormonal es manifiesta, ya que es más común entre machos que entre hembras. En estas últimas las peleas pueden empeorar durante el estro. Una socialización homoespecífica insuficiente también es una causa frecuente de agresión entre perros o entre gatos.
Otro factor importante es que los dueños al tratar a ambos animales de igual forma con la buena intención de no generar diferencias, no permiten que la relación se defina y las peleas se intensifican.
Agresión por miedo
La agresión por miedo es la agresión con la que el animal se protege de situaciones potencialmente peligrosas.
Se relaciona directamente con un bajo umbral de respuesta al miedo y una pobre socialización homo y/o heteroespecífica. La exposición a estímulos intensos y la utilización de castigos inadecuados en tiempo y forma también son causas frecuentes.
Al tratar de neutralizar el miedo a través de caricias, tomarlo en brazos o darle alimento, se produce un reforzamiento de la conducta que agrava la agresión.
Por último la imposibilidad de huir ante un acontecimiento amenazante conduce irremediablemente a la agresión por miedo.
Se manifiesta mediante conducta agresiva frente a situaciones amenazantes por personas y/o animales que se acercan o lo acorralan (o se siente acorralado). El blanco de la agresión es lo que le causa miedo pero suele generalizarse rápidamente a otras personas, animales o situaciones similares.
Los perros adoptan la postura de miedo (defensiva) con pabellones auriculares hacia atrás, midriasis, cola entre las patas, xifosis y miembros semiflexionados.
En felinos se presenta una postura en decúbito ventral con los cuatro miembros debajo del cuerpo, midriasis y orejas aplanadas lateralmente. Si la amenaza aumenta cambia a una postura con miembros en hiperextensión, xifosis, cola levantada, piloerección generalizada más notoria en la cola, pabellones auriculares más aplanados y ubicación del cuerpo en forma perpendicular a la amenaza.
También se puede presentar taquicardia, taquipnea y micción o defecación en ambas especies. Pueden gruñir, resoplar, morder o tratar de escapar.
Agresión territorial
La agresión territorial es la agresión que surge de la necesidad de defender el territorio establecido, impidiendo el acercamiento o la entrada a determinadas áreas de animales o personas extrañas. Sobre ésta base, en perros se agrega un componente aprendido muy importante a partir del reforzamiento de esta conducta por parte de los propietarios, lo cual aumenta la agresión territorial.
Así mismo la existencia de un bajo umbral de tolerancia a estímulos nuevos, desconocidos o amenazantes para el individuo facilita la expresión de una conducta territorial defensiva. Es por definición una agresión dirigida a individuos ajenos al grupo de convivencia.
Signos clínicos
Se pueden identificar por agresión hacia individuos extraños que se aproximan a la propiedad (vivienda o vehículo). Si bien este comportamiento guardián muchas veces se busca en los perros como protección para la vivienda, también puede manifestarse frente a desconocidos bien intencionados como carteros, soderos, etc.
En otros casos, tanto en caninos como en felinos, se presenta hacia animales nuevos que ingresan a la familia y o hacía los amigos o familiares que vienen de visita. También se puede dirigir hacia un individuo que por diferentes motivos se ausentó por un período determinado de tiempo. Inicialmente los animales adoptan una postura amenazante ofensiva, defensiva o mixta, con ladridos, gruñidos o maullidos, y posteriormente si el intruso no se retira lo atacan y/o lo persiguen hasta los límites del territorio.
Agresión irritativa
La agresión irritativa se entiende como una respuesta agresiva por frustración del animal al privarle el acceso a la comida, impedirle hacer algo,realizar una estimulación táctil forzada, o por alteraciones del humor.
Signos clínicos
Agresividad de perros y gatos, generalmente con postura y facie mixta, dirigida a la persona, sea el dueño u otro, que le impide acceder a un recurso importante o hacer algo, o cuando se le quiere colocar algún elemento de sujeción, meter o sacar de una jaula, o realizar una maniobra forzada.
Agresión por caricias
La agresión por caricias se presenta en gatos con un umbral muy bajo de tolerancia a las caricias. Estos animales solo toleran unos pocos mimos antes de reaccionar agresivamente.
En los signos clínicos de estos casos el gato tolera unas pocas caricias en el cuerpo estando al lado o sobre el dueño, y después reacciona agresivamente hacia éste con tarascones o mordidas y se escapa rápidamente.
Generalmente los propietarios no registran las señales que da el animal previas a la mordida como movimientos rápidos y cortos del extremo distal de la cola, cambio de posición de los pabellones auriculares o sutiles contracciones del músculo cutáneo.
Agresión posesiva
La agresión posesiva se presenta en algunos casos cuando el perro tiene en su poder un objeto muy preciado y puede reaccionar agresivamente para protegerlo frente al acercamiento de otro individuo, sin importar quien sea o sus prerrogativas.
El perro intenta proteger un objeto preciado como por ejemplo huesos y reacciona agresivamente cuando otro miembro de la manada – familia o un extraño se lo quiere quitar.
Generalmente la postura es mixta. La diferencia con la agresión jerárquica es que en estos casos solo se presenta la amenaza cuando posee ese objeto y no en otras situaciones relacionadas con recursos.
Agresión protectiva
La agresión protectiva se da en casos en los que el perro reacciona defendiendo a otro individuo de su grupo frente a lo que interpreta como un acercamiento o interacción amenazante de parte de un tercer individuo.
La reacción se produce hacia un individuo conocido o extraño que intenta acercarse o interactuar con un miembro de su grupo, el cual está a su lado. El perro ladra o gruñe al sujeto con el fin de alejarlo.
Agresión por juego
La agresión por juego aparece durante el desarrollo cuando juegan entre ellos y con la madre aprenden a controlar la presión de quijada, adquiriendo la mordida inhibida. La falta de este proceso de aprendizaje (autocontrol), así como la falta de ejercicio y de juego adecuado son los responsables del desarrollo de este tipo de agresión.
Mucho peor aún cuando el juego agresivo es permitido y estimulado por el propietario. El animal muerde o araña jugando y lastima.
Si bien el animal presenta una actitud típica de juego, ésta rápidamente se transforma en agresiva, con mordeduras y arañazos dirigidos principalmente a manos, brazos, pies y piernas.
Es más frecuente en animales jóvenes que no conviven con otros animales.
Agresión por dolor
La agresión por dolor aparece al atacar la causa de un dolor localizado como una reacción de defensa natural. Por lo tanto, cuando tocamos una zona dolorosa o realizamos una maniobra que genera dolor, el paciente puede reaccionar agresivamente. La falta de manipulación durante el desarrollo disminuye el umbral del dolor y por lo tanto aumenta la posibilidad de agredir. El miedo y la competencia disminuyen aún más este umbral. Como la conducta agresiva logra alejar la fuente de dolor, la conducta sé autorefuerza.
La reacción agresiva de tipo defensiva aparece frente a la estimulación de una zona álgida del cuerpo o a la realización de una maniobra dolorosa. Muchas veces la amenaza o el ataque terminan cuando el dolor o malestar desaparece. En otros casos se produce un condicionamiento de la agresión con el sitio o la práctica, que se manifiesta aún en ausencia de dolor.
Agresión maternal
La agresión maternal es el comportamiento de protección de la cría frente al acercamiento de una persona o animal extraño. Las hormonas relacionadas con la crianza, principalmente la prolactina, tienen una influencia directa sobre este tipo de reacciones. Y si bien la defensa de la cría es una conducta innata, hay diferencias individuales que la estimulan o la inhiben. La falta de manipulación en el desarrollo y la presencia de otros tipos de agresiones (competitiva, por miedo, territorial) contribuyen al desarrollo de una agresión maternal.
Hembra canina con cría que amenaza y muerde a quién se acerque a sus cachorros o a la zona del nido. Es mucho menos frecuente en gatas. También se puede presentar en perras con pseudolactancia (mal llamada pseudopreñez o embarazo psicológico), sobre todo si adoptaron un objeto como cría sustituta.
1 thought on “Agresión en perros y gatos”
You have observed very interesting points! ps
decent site.Expand blog